Impacto de la calidad fisiológica de la semilla en una cosecha exitosa
TOMATE DE CASCARA.
Una semilla de alta calidad es parte importante del componente tecnológico para llevar a mercado cosechas abundantes de frutos que cumplan con las exigencias comerciales y rindan los beneficios económicos esperados al productor, por lo que su elección debe de ser cuidadosa.
Por tal motivo, son de gran interés científico-técnico los trabajos encaminados a estimular y mantener los niveles de germinación al conservar las semillas, para poder elevar la productividad de los cultivos de forma sostenible y enfrentar los cambios en el entorno de manera más apropiada. En las últimas dos décadas, Physalis ixocarpa se ha consolidado como una de las principales hortalizas en México y como un cultivo potencial en diferentes países de América y Europa. Aún con dicha importancia, su cultivo se realiza con base en variedades nativas o criollas, por lo que es necesario generar variedades mejoradas cada vez de mayor rendimiento. En México, el género Physalis comprende 36 especies, siendo P. ixocarpa económicamente importante por sus frutos que son empleados en la cocina. La adaptación ecológica de esta especie es amplia, prácticamente en climas secos templados y húmedos.
La importancia de la calidad de las semillas es el punto de partida para la producción y es indispensable que tenga una buena respuesta en las condiciones de siembra y que produzca plántulas vigorosas para alcanzar el máximo rendimiento. Desde un punto de vista sustentable, es imposible obtener una buena cosecha si no se parte de semilla de calidad, ya que el cultivo puede resultar de una calidad inferior a la semilla sembrada, pero nunca mejor que ella.
En el caso de hortalizas de frutos carnosos, como el pimiento o el tomate, la maduración de las semillas generalmente coincide con el inicio de cambio de coloración de los frutos, es decir, frutos verdes con manchas rojizas. Es importante destacar que no siempre es necesario esperar la maduración completa de los frutos para retirar las semillas. Muchas veces, semillas provenientes de frutos en etapa de maduración ya alcanzaron la maduración fisiológica. El desarrollo de la semilla esta normalmente acompañada por el desarrollo del fruto y por una serie de importantes estados ontogénicos desde la fertilización en la acumulación de nutrimentos, hasta la madurez de ésta. La escasa germinación de semillas inmaduras ha sido atribuida a bajos niveles de nutrientes entre otras causas
La importancia de la calidad de las semillas es el punto de partida para la producción y es indispensable que tenga una buena respuesta en las condiciones de siembra y que produzca plántulas vigorosas, para alcanzar el máximo rendimiento. Desde un punto de vista sustentable, es imposible obtener una buena cosecha si no se parte de semilla de calidad, ya que el cultivo puede resultar de una calidad inferior a la semilla sembrada, pero nunca mejor que ella. Indiscutiblemente, la semilla de alta calidad es una parte importante y costosa del componente tecnológico, por lo que su elección debe de ser cuidadosa para garantizar la obtención del producto con la calidad requerida en el mercado. Por tal motivo, son de gran interés científico-técnico los trabajos encaminados a estimular y mantener los niveles de germinación al conservar las semillas, para poder elevar la productividad de los cultivos de forma sostenible y enfrentar los cambios en el entorno de manera más apropiada.
Viabilidad, germinación y vigor de la semilla
En la producción comercial de semillas, la calidad está determinada por un conjunto de atributos, donde la calidad genética, física, sanitaria y fisiológica juega un papel importante. La calidad fisiológica implica la integridad de las estructuras y procesos fisiológicos, siendo los principales indicadores: la viabilidad, germinación y vigor, que dependen del genotipo. Entre los factores que pueden tener efecto en la calidad de la semilla están el grado de madurez y tiempo de maduración de la semilla después de la cosecha, el desarrollo y maduración de la semilla son aspectos importantes que deben ser considerados en la producción de semillas.
Los factores ambientales prevalecientes en la etapa de floración y formación de fruto determinan en gran medida la calidad de la semilla. Se debe cosechar cuando la semilla logre alcanzar su máxima calidad fisiológica. Durante la producción es primordial que exista una adecuada disponibilidad de agua y de nutrientes para que la formación de semilla sea la adecuada. Es interesante conocer otros parámetros que permitan detectar la maduración fisiológica, correlacionándola con características morfológicas de la planta, de los frutos y/o semillas.
La calidad de la semilla puede ser afectada por diversos factores, entre los cuales cabe mencionar las condiciones climáticas como nutricionales, durante el desarrollo y formación de estas, los métodos de cosecha, contenido de humedad y condiciones de almacenamiento. La nutrición durante el crecimiento del fruto constituye uno de los factores más importantes que afecta su calidad y comportamiento poscosecha. Los cultivos hortofrutícolas, requieren grandes cantidades de potasio acumulado en los frutos para incrementar su calidad. Aun cuando la calidad del fruto está definida por varios atributos que dependen del manejo cultural y del genotipo, la nutrición potásica constituye un aspecto de manejo agronómico que permite uniformizar la maduración y lograr un mejor fruto. El potasio es considerado un fabricador de calidad, aumenta la floración, influye en la precocidad, coloración y calidad de fruto. El potasio es requerido intensamente durante los estados fisiológicos de producción así como en el cuajado y llenado del fruto.
En la producción comercial de semillas, la calidad está determinada por un conjunto de atributos, donde la calidad genética, física, sanitaria y fisiológica juegan también un papel importante. La calidad fisiológica implica la integridad de las estructuras y procesos fisiológicos, siendo los principales indicadores: la viabilidad, germinación y vigor, que dependen del genotipo.
Entre los factores que pueden tener efecto en la calidad de la semilla están el grado de madurez y tiempo de maduración de la semilla después de la cosecha, el desarrollo y maduración de la semilla son aspectos importantes que deben ser considerados en la producción de semillas. Los factores ambientales prevalecientes en la etapa de floración y formación de fruto determinan en gran medida la calidad de la semilla. Se debe cosechar cuando la semilla logre alcanzar su máxima calidad fisiológica.
Durante la producción es primordial que exista una adecuada disponibilidad de agua y de nutrientes para que la formación de semilla sea la adecuada. Es interesante conocer otros parámetros que permitan detectar la maduración fisiológica, correlacionándola con características morfológicas de la planta, de los frutos y/o semillas.
El potasio es requerido intensamente durante los estados fisiológicos de producción así como en el cuajado y llenado del fruto.
La madurez fisiológica de la semilla ocurre cuando el fruto se torna amarillento y la semilla tiene un color parduzco y café.
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