Las condiciones y medio excelentes para garantizar la germinación.
TOMATE
Son tres los factores ambientales que son fundamentales para que las semillas del tomate germinen: agua, temperatura y oxígeno. Más específicamente, los requerimientos de humedad para la emergencia de la semilla se encuentran alrededor del 75% de capacidad de campo, aunque existen variaciones de acuerdo con la temperatura del suelo. En general la germinación es muy lenta por debajo de los 10° C, aunque existen genotipos adaptados a tal fin.
Las semillas que se utilizan para establecer cultivos de variedades o híbridos comerciales no presentan dormición, aunque a baja temperatura presentan el problema debido a un lento crecimiento de la radícula. La emergencia de las plántulas se produce cuando se han acumulado alrededor de 93 unidades de calor, temperatura base = 6° C, siendo la temperatura óptima de 28° C. Dependiendo de las condiciones de temperatura, es conveniente sembrar semillas pregerminadas o embebidas para acelerar la emergencia en condiciones de temperaturas bajas. La emergencia es uniforme y rápida cuando se aplican tratamientos de acondicionamiento osmótico con algunas soluciones salinas, polietilenglicol o manitol. Buenos resultados se han obtenido con soluciones entre 0.5 y 1 % de NO3K + K3PO4, con potenciales osmóticos entre -6.2 y -8.3 bares, y períodos de tratamiento de 5 a 10 días de imbibición.
Posteriormente a la siembra la semilla absorbe gran cantidad de agua, pero el peso de la materia seca solo aumenta luego de 8-9 días. Esto es debido a que solamente luego de la emergencia se produce el proceso de enverdecimiento, en el cual se desarrollan los cloroplastos y con ello la plántula se transforma en autótrofa. Este proceso es regulado por el fitocromo, el cual es inducido por la presencia de luz, especialmente de 660 nm. Cuando los cotiledones están totalmente expandidos aparecen las hojas verdaderas, 2 o 3, las cuales ya estaban diferenciadas en el embrión. El tamaño de la semilla tiene importancia tanto en el desarrollo de altura como en la acumulación de materia seca en los primeros estadios.
El crecimiento radicular se detiene cuando la densidad de raíces es de 20 mgr/cm3 de suelo. Durante el transplante generalmente se produce modificaciones traumáticas en el patrón de crecimiento, esta situación es más estresante cuando la planta es más grande y se debe recordar que la primer antesis floral se producirá aproximadamente a los 30 días con temperaturas óptimas, por lo tanto en ese momento es deseable que la planta presente una buena tasa de crecimiento.
Al momento del transplante, el 80 % del peso de la materia seca de la planta lo constituye la parte aérea y el 20% el sistema radicular, con abundantes raíces laterales. La aparición de éstas y de raíces adventicias puede ser inducida por técnicas de manejo que incluyen el corte del ápice radicular o repique, sistema de riego –según sea por aspersión o subirrigación–, aporque, etc. También el desarrollo de raíces adventicias es inducido por variaciones en el contenido endógeno de etileno y auxinas, y resultan de gran importancia para superar etapas críticas como inundaciones o daños en raíces provocados por enfermedades. La posibilidad de emitir raíces adventicias, puede ser importante en las etapas finales del cultivo.
Influencia de la luz, temperatura y agua en el éxito de trasplantes
En el establecimiento de la planta, la relación entre el área foliar y su sistema radicular es un elemento crítico. Los factores ambientales más importantes que actúan sobre esta son: luz, temperatura y disponibilidad hídrica. Tanto la poca luminosidad incidente, como el sombreado producido por la utilización de alta densidad de plantas, hace que la luz roja lejana, 730 nm, aumente en relación con la roja, 660 nm, de esta manera el fitocromo inducirá a la planta a aumentar el crecimiento de los entrenudos, por lo tanto, la planta resultante será de mayor altura, tallos más finos y con menor sistema radicular. Para resolver este problema se recomienda aumentar el espaciamiento de las macetitas o realizar el transplante antes. Un fenómeno similar suele ocurrir cuando la temperatura es elevada.
La falta de agua hace que la planta, aumente la proporción de raíces con respecto a la parte aérea. Esto posiblemente sea debido a la síntesis de ácido absícico (ABA) en el mesófilo foliar, lo que conduciría a la inhibición del crecimiento de la parte aérea y al aumento del crecimiento radicular. Se debe tener en cuenta que ABA es una sustancia que induce el cierre estomático, lo que conduce a una disminución del flujo de CO2 y con ello cae la fotosíntesis, por lo tanto, las hojas maduras pierden esta capacidad de control estomático y producen el acartuchamiento para interceptar menos radiación y atenuar los efectos de estrés hídrico.
Cuando se decide el trasplante, deben tenerse en cuenta los objetivos de la producción y el tipo de cultivar utilizado. En principio, se podría decidir entre plantar una línea única paralela a la cinta de riego, o bien líneas apareadas con el goteo en el centro. En la primera situación, la zona radicular estará ubicada siempre en el centro del volumen de suelo mojado, mientras que en el segundo caso estará ubicada sobre la periferia, donde podría haber desplazamiento de sales, aunque de esa forma el espaciamiento de las raíces es mejor desde el punto de vista de la competencia.
Ventajas y desventajas de un sistema de riego por goteo vs aspersión
Si se comparan dos sistemas de riego, un sistema por aspersión y otro por goteo, utilizando agua con algún grado de salinidad, se observarán algunas ventajas y desventajas en ambos sistemas:
1. El riego por aspersión deja algunas gotas con sales sobre el cultivo, lo cual genera, manchas necróticas cuando las sales se concentran en el borde de la hoja.
2. En el riego por goteo las sales se concentran en la periferia del bulbo de riego, donde las raíces generalmente no están, en tanto los otros sistemas de riego concentran las sales en la superficie y en capas inferiores donde se produce una barrera para el crecimiento radicular.
3. En el riego por goteo, las raíces disponen de mayor oxigenación, por permitir una difusión del oxígeno con menor resistencia, desde los laterales del lomo de cultivo. Pero hay que tener en cuenta que estas ventajas asociadas al riego por goteo se pierden si los riegos son poco frecuentes y de períodos prolongados.
Considerando la luminosidad para determinar la densidad de plantación
Con respecto a la densidad de plantas, un valor medio es de 3 pl/m2. El tamaño de fruto no se ve sensiblemente afectado por la densidad: cuando ésta se incrementa de 15 a 53.000 pl/ha-1 es de sólo un 10 %. Sí es dramática la reducción de frutos por planta. Por otro lado, si el objetivo es obtener una cosecha prolongada en el tiempo, la densidad óptima es de alrededor de 2 pl/m2 en cultivares indeterminados. Si bien, estas densidades pueden variar de acuerdo con la luminosidad incidente, que a su vez cambia según la latitud y época del año.
No es lo mismo, respecto a la densidad de plantas, sembrar cuando los días se acortan que cuando los días se alargan, por la radiación que recibirán las plantas cuando el índice de área foliar (IAF) sea alto. Es decir que en siembras tempranas, a rasgos generales, aumentaría la densidad porque los días se alargarán a medida que se desarrolle el cultivo. Mientras que en siembras tardías debería bajar la densidad dado que los días tenderán a acortarse.
El primer crecimiento de la planta privilegia la formación de un área foliar importante, con el objeto de realizar el proceso fotosintético, para responder a los requerimientos energéticos de la planta. Además continúa el desarrollo radicular para realizar la exploración del suelo con el fin de absorber agua y nutrientes. En el crecimiento vegetativo la planta no forma estructuras reproductivas. En el caso del tomate, este crecimiento se extiende hasta formar 7 y 12 hojas verdaderas., según los cultivares, la temperatura y el fotoperíodo.
Los factores ambientales que afectan la partición de asimilados son la luz, temperatura, estrés hídrico y el nitrógeno.
El tomate generalmente se cultiva como planta anual auque su duración vegetativa en condiciones climáticas favorables puede prolongarse varios años.
Los problemas de falla en el establecimiento de la planta pueden deberse a hongos o pérdida de los cotiledones al emerger por rozamiento con el suelo, condiciones hídricas no adecuadas o bajas temperaturas, considerando que 25°C es la temperatura óptima. En todos los casos las semillas senescentes aumentan estos problemas.
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