Una solanácea herbácea o arbustiva que goza de demanda mundial
CHILE.
Existe en nuestro país una vasta riqueza de variantes genéticas en cada uno de los tipos de chile de mayor interés comercializable, lo cual representa una ventaja competitiva con otros países pues se pueden producir tipos de chile que no existen en otros lugares y derivar variantes genéticas poco conocida, las que, por lo exótico, representan un mercado potencial de exportación.
Los frutos de Capsicum spp. representan una gran tradición cultural en México, donde de acuerdo a la etnia, región, formas o color del fruto, su uso es amplio y diverso. En el presente se conservan algunos nombres antiguos de las variedades de chile: pasilla, guajillo, ancho, mulato, poblano, serrano, costeño, cascabel, mirasol, chile de árbol, chiltepe y otros. En México se produce una gran variedad de chiles, grupo constituido por cerca de 64 especies vegetales, de las cuales sólo cuatro se cultivan a nivel comercial y constituyen un alimento de gran importancia en la dieta del pueblo mexicano. Este cultivo se liga a la historia de México, ya que se tienen registros de su consumo de por lo menos 600 años. Las especies comestibles de mayor importancia económica en México son chile serrano, Capsicum annuum L.; chile tabasco, Capsicum frutescens L.; y chile habanero, Capsicum chinense Jacq.
La palabra Solanaceae proviene del término latín solamen, que quiere decir confortar o calmar y se refiere a las propiedades sedativas de algunas de las especies. Esta familia presenta 102 géneros y 2,460 especies las cuales podemos encontrar distribuida en regiones tropicales y templadas. Existen en todos los continentes, pero se hallan concentradas en Australia y América Central y Sur, de donde son endémicos por lo menos 40 géneros. La gran diversidad de esta familia en América del Sur ha dado lugar a la hipótesis de que pudo originarse en este continente.
Las principales características de las plantas de esta familia generalmente son herbáceas, aunque también hay especies arbustivas y arbóreas, susceptibles a daño por heladas y a daño por enfriamiento. Las hojas son alternadas y las flores pentámeras perfectas, cuyos pétalos forman una corola tubular, al menos en la base, y los estambres se alternan con los cinco lóbulos de la corona. El ovario generalmente es bilocular, aunque también puede ser multilocular, con muchos óvulos en placentas axilares, y con un estilo terminal. Los frutos pueden ser bayas o cápsulas.
En varias especies existe una reconocida producción de alcaloides o compuestos nitrogenados aromáticos –atropina, nicotina, solanina, tomatina, etc.– los que, en algunos casos, se usan como drogas medicinales o estimulantes pero fácilmente pueden llegar a ser tóxicos para los animales y el hombre. Esto hace que las solanáceas, en general, hayan sido consideradas como especies venenosas y motivo de desconfianza por muchos años.
Algunas especies destacadas de esta familia son:
El chile serrano, especie que se cultiva en todo el país
El chile serrano, el cual pertenece al género de Capsicum y es uno de los chiles más cultivados en México, por su alta pungencia. Es un chile pequeño de color verde que se encuentra de forma cilíndrica, a veces su terminación es en punta aproximadamente mide de 3 a 5 cm de largo y un centímetro de diámetro. Su cáscara es tersa y brillante, nunca arrugada. Existe escasa información relacionada con el manejo de las condiciones nutrimentales de la planta y su relación con su rendimiento. El clima predominante en el que suele sembrarse el chile serrano es el subhúmedo, aproximadamente 25° C, y con precipitación de 850 milímetros.
El chile serrano es una planta de comportamiento anual y perenne. Su altura normal es de sesenta centímetros. Tiene tallos erectos con ramas; son de color verde oscuro. Sus raíces llegan a profundizar entre setenta y 120 centímetros. Hacia los lados también se extienden hasta un metro con veinte centímetros. Las hojas son planas, simples y de forma alargada y ovoide. Las flores son hermafroditas, y se forman en las axilas de las ramas; son de color blanco y a veces púrpura.
El chile serrano tiene su centro de origen en las regiones tropicales y subtropicales de México y América; se cultiva en todos los estados del país. La mayor parte de la superficie cultivada corresponde a zonas de riego, excepto una pequeña superficie en los estados de Veracruz y Oaxaca en donde se cultiva en condiciones de temporal y humedad residual. Generalmente se siembra como cultivo único, aunque en ocasiones se asocia, con otros cultivos, tales como maíz y frijol o bien con plantaciones de naranja, piña, plátano y papaya en estados como Veracruz y Oaxaca. Los principales estados productores del chile serrano son San Luis Potosí, Hidalgo, Nayarit y Tamaulipas quienes aportan más del 80% de la producción nacional. Otros estados productores son: Veracruz, Puebla, Nuevo León, Coahuila, Jalisco y Sinaloa.
La fenología comprende el estudio de los fenómenos biológicos vinculados aciertos ritmos periódicos o fases y la relación con el clima de la localidad donde ocurre. En su clico ontogénico, los vegetales experimentan cambios visibles o no y que están en estrecha relación con el genotipo, clima –temperatura, luz, fotoperiodo–, disponibilidad de agua y condiciones biológicas. La ecología y la ecofiosología, como ciencias integradoras de la biología de los organismos y sus relaciones tanto con su hábitat físico como con sus como con sus cohabitantes han evolucionado de tal forma que hoy día no solo son generadoras de conocimientos básicos, sino que han adquirido el carácter de ciencias experimentales, lo cual las hace partícipes indispensables del proceso de planificación y predicción de la producción.
El desarrollo del chile serrano radica en un buen sistema radical potencia el vigor y la productividad. Por ello deben manejarse adecuadamente el riego, la fertilización, los marcos de plantación y otros aspectos del cultivo. La permeabilidad del agua por simplasto, especialmente en la región endodérmica, depende en gran mediad de la funcionalidad de las membranas. El correcto funcionamiento de éstas requiere consumo de ATP, carburante que se produce en el proceso de la respiración. Por lo tanto, cualquier factor que afecte negativamente la respiración de la raíz, disminuirá el flujo del agua hacia cilindro central, apareciendo síntomas de sequía.
La escasez de oxígeno en el suelo trae como consecuencia la asfixia radicular; inicialmente, mueren por esta razón las raíces más finas, pero si las condiciones de anaerobiosis persisten, mueren también las raíces fibrosas y aún las más gruesas, con lo que la absorción y traslocación radicular quedan seriamente afectadas.
La incorporación de nutrientes a la planta y, por tanto, sus capacidades de desarrollo y productiva, dependerán entro otros factores de las características físicas del suelo, en especial la temperatura, aireación y pH; estos factores actúan modulando la disponibilidad de nutrientes y modificando el transporte a través de la raíz. El crecimiento y desarrollo del sistema radical, al aumentar el volumen de tierra visitado por las raíces se favorece la absorción de agua y nutrientes; las practicas cultuales deben favorecer dicho desarrollo.
Dentro de la familia solanácea destaca el género Capsicum ya que a éste pertenecen varias especies que resultan ser buenas candidatas como modelos biológicos.
El chile es susceptible de presentar daño por enfermedades bióticas y abióticas en cualquier etapa de su desarrollo.
¿Quieres saber más? Suscríbete y recibe las últimas noticias de nuestro sitio web.